La bóveda nubiana es un tipo particular de bóveda que se realiza con pequeños adobes. Esta técnica es originaria de la zona de Nubia, Egipto, y hay en Luxor restos de este tipo de construcción en pie de más de 3 mil años de antigüedad. Casi perdida en el tiempo, la técnica fue rescatada por el arquitecto Hassan Fathy en los 40′s para dar alojamiento a cientos de familiar despojadas.
Lo interesante de estas bóvedas es que se hacen de puros adobes sin la necesidad de utilizar maderas ni cimbras en su construcción. Esto la convierte en una muy buena opción para lugares muy secos donde no hay madera.
La experiencia
Entre abril y junio del año pasado (2010) estuve como voluntario en el Proyecto San Isidro en Tlaxco, Tlaxcala. Durante mi estancia allí, estuve participando en la construcción de una bóveda tipo nubiana de adobes. En este caso se incorporó la variante de techo verde, tratando de llevar esta técnica a climas no tan secos. Fue muy bueno poder colaborar en ese proyecto desde los cimientos hasta la terminación del techo verde, pudiendo seguir el proceso completo de construcción.
También en ese período, se llevó a cabo un taller de bóvedas nubianas a cargo del bioconstructor Stevan De La Rosa, quien aprendió la técnica trabajando en Burkina Faso y compartió su experiencia con los que trabajamos en el proyecto y los asistentes al taller.
Aproveché la experiencia para grabar video sobre este proceso de construcción y casi un año después encontré el tiempo para sentarme a editar este material y elaborar el siguiente documental. En él hay una breve introducción acerca de la historia y los conceptos de las bóvedas nubianas y luego se muestra y explica el proceso de la construcción de la bóveda. Los invito a ver el video y compartirlo.
Creo que es muy importante difundir esta interesante técnica muy útil para ciertas zonas y climas. Sobre todo que es bastante fácil de llevar a la práctica recuperando la capacidad de autoconstrucción.
Agradezco a Alejandra y Paco del Proyecto San Isidro por brindarme la posibilidad de participar en este proyecto. También quiero agradecer a los que compartieron los calurosos y largos días de construcción, especialmente a Stevan, Abundio, Alfonso y ozbe.
Fuente: Camino Sostenible.